Sintra, Óbidos y Peniche




Día 28 (01/04)- Sintra.
  Salimos de Lisboa con destino Sintra y al llegar el GPS se volvió loco y nosotros que nos despistamos y nos metió por unos vericuetos de los que salimos de milagro, pero al final encontramos la única área para AC que hay en la ciudad.

           Después de aparcar y comer un bacalao con espinacas, fuimos a ver el Palacio de la Pena, que es uno de los monumentos más visitados del país, está en un entorno natural inigualable, la Sierra de Sintra y rodeado por un jardín con miles de especies botánicas. El Palacio fue construido por Fernando II de Portugal en 1836, como regalo para su mujer María II de Portugal, sobre las ruinas del Monasterio de nuestra señora de la Pena que Manuel I, había donado a la orden de San Jerónimo y que fue destruido por el terremoto de 1755. En la capilla del palacio se conserva el retablo del antiguo monasterio. Dicen que es una arquitectura ecléctica, que es la mezcla de estilos y corrientes estéticas, única en el mundo. A mí me ha recordado a los castillos de Exin, lego o Disneylandia (una horterada), esto lo diré en voz baja, porque resulta ser Patrimonio de la Unesco.
             En la misma Sierra de Sintra, también se encuentra la enorme Alcazaba de los Moros. No lo hemos visitado, después del palizón que ha supuesto ver el otro. Hemos bajado caminando hasta la AC, casi dos horas y no estamos para más.
Castillo de los Moros

    https://photos.app.goo.gl/GhfuxmYti8REznvo8



Día 29 (02/04)- Salimos de Sintra y llegamos a Óbidos, vaya pueblo bonito! Se trata de una ciudadela fortificada de solo 3.000 habitantes, que tiene una magnífico castillo donde romanos, visigodos y árabes dejaron su impronta, muy bien conservada.


            Hay que decir que aquí se fraguó el alzamiento del 25 de abril contra Salazar. Es famosa también por un licor llamado ginjinha y por su chocolate.

             La iglesia parcialmente tapada y sin acceso por obras. También hay un acueducto de más de 3 Km. Con algo de vértigo, hemos subido a las murallas del castillo. En la ciudadela, estaban montando un teatro y casetas simulando viejas casitas, seguramente para el festival del chocolate que se celebra este mes.

            De aquí siguiendo nuestra ruta por los cabos nos hemos ido a la península de Peniche, a ver el cabo y el faro de Carvoeiro. Había unas estructuras pétreas en el litoral bastante curiosas.


            Luego hemos ido a pasar la tarde y a pasear por la zona de Baleal, magnífica! Está en una pequeña península unida a tierra por una carretera entre dos playas. El viento era bastante fuerte. En la playa de sotavento estaban los surfistas y en barlovento, que tenía mejores olas, nadie. ¿Quizá el viento era excesivo? Esto no lo hemos entendido. Y hemos vuelto a Peniche a pernoctar.






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