A Coruña

abril 13, 2019

Día 40 (13/04)- La idea era quedarnos en Fisterra y hacer algunas excursiones, pero amaneció lloviendo, así que carretera y kilómetros. Y, aquí estamos en A Coruña a pasar el día. Estuvimos aquí hace unos 20 años que pasamos una semanita cuando la boda de Minia, una amiga y compañera de Carlos, con la que hemos paseado esta tarde.

Llegamos a la hora de comer, así que, nos pusimos a la faena en la Taberna del Arriero, recomendación de otra galleguiña amiga y compañera de viaje de nuestra otra gran afición, el buceo. La comida excelente.

Terminada la faena, fuimos a ver la Torre de Hércules, Patrimonio de la Humanidad desde el año 2009. Es el único faro de la antigüedad que sigue en funcionamiento, construido por los romanos en el siglo I, ha sufrido modificaciones a lo largo de la historia, la más importante la de 1788, que recubrieron los restos del faro romano con la fachada actual. Su nombre es debido a antiguas leyendas trasmitidas a través de generaciones. Una de ellas cuenta que había un gigante llamado Gerion, que reinaba en las tierras del Tajo y el Duero y tenía amenazados a toda la población. Hércules se enfrentó él y después de tres días de lucha, Hércules venció y enterró su cabeza y sobre ella mando construir la Torre.

Este es el último Faro de nuestro recorrido por la costa Atlántica peninsular.

Luego hemos ido a pasear por la Ciudad Vieja, una ciudad agradable y acogedora, hemos tomado un café en la magnífica plaza de María Pita, visto la Colegiata de Santa María, la Iglesia de Santiago, la Iglesia de Santo Domingo, que tiene en su interior a la patrona de la ciudad la Virgen del Rosario. Esta iglesia tiene una curiosidad, ya que si la miras de frente, parece que la torre esté torcida. Lo que realmente esta torcida es la iglesia entera respecto a la calle. Por lo que se hizo con posterioridad una nueva fachada, para que estuviera en sintonía con el pavimento y el edificio anexo que era la antigua casa de la moneda.